El estiramiento de la cara y el cuello mejora los signos del envejecimiento: tensa los músculos, elimina el exceso de grasa y redistribuye la piel. El paciente ideal es el que conserva cierta elasticidad de la piel. La mayoría son mujeres u hombres entre 40 y 60 años, aunque puede realizarse con buenos resultados entre los 70 y los 80 también.

Es muy importante la primera consulta con un cirujano Plástico cualificado que evalúe su caso en particular: estado de la piel, estructura ósea, factores médicos asociados que podrían complicar la cirugía (hipertensión arterial, alteraciones de la coagulación, tabaquismo…). Así como la explicación de sus expectativas y de las posibles técnicas indicadas.

La cirugía se debe realizar en un quirófano, habitualmente con anestesia general, aunque en ocasiones es posible hacerlo con anestesia local y sedación. Las incisiones suelen comenzar a la altura de las sienes y descender por delante de las orejas para terminar detrás de las mismas en el cuero cabelludo. Después, se tensan los músculos de la cara y el cuello y se redistribuye la piel. En ocasiones se asocia otra incisión detrás de la barbilla y liposucción para el tratamiento del cuello.

Las complicaciones suelen ser poco importantes: hematomas, parálisis temporal de los músculos de la cara, infección y   problemas en la cicatrización, especialmente en pacientes fumadores.

Se debe evitar las actividades intensas, el sol, los baños de vapor y las piscinas durante las 2-3 primeras semanas.

Posteriormente, se puede reincorporar progresivamente a su actividad habitual.

Los resultados son muy satisfactorios y duraderos. Hay que comprender sin embargo, que no son inmediatos: durante las primeras semanas tendrá hematomas, inflamación y cicatrices muy evidentes. Durante meses, podrá notar el pelo muy fino en las sienes y sequedad cutánea. Las cicatrices van haciéndose menos visibles con el tiempo.

Se debe considerar que el lifting no detiene el proceso de envejecimiento, aunque seguirá pareciendo más joven durante 7 a 10 años después. Si en este momento, deseara someterse nuevamente a un estiramiento, no existe contraindicación para ello.