Distinguimos entre secuelas cicatriciales puramente estéticas o aquellas que producen defectos funcionales. Ambas tienen su momento de corrección. Las últimas deben ser corregidas desde que el estado del paciente lo permita mientras que las primeras deben esperar al menos un año desde el momento del trauma.
La secuelas postraumáticas con repercusión funcional hay que intervenirlas con premura para que la función afecta no se deteriore aún más. Hablamos de retracciones cicatriciales que distorsionan órganos clave cono los orificios naturales de la cara – boca, nariz, ojos y oídos - o retracciones cicatriciales que limitan los movimientos articulares.
Las secuelas estéticas de la cicatrices deben dejarse madurar antes de ser intervenidas. Hasta que transcurra el plazo habitual de un año, debemos protegerlas del sol y tratarlas con moduladores cicatriciales tópicos como las láminas adhesivas de silicona. Algunas si son muy sintomáticas pueden requerir infiltraciones corticoideas para acelerar su maduración.